Desde siempre me ha llamado la atención el cómo la evolución ha conseguido que los organismos vivos se encuentren en la situación en la que nos los vemos ahora: las adaptaciones a los climas extremos, la especialización de órganos, la existencia de comportamientos de lo más llamativos, y por supuesto, la eterna carrera depredador/presa.
Es a éste último aspecto al que me voy a referir en esta entrada, más concretamente, a los mecanismos de defensa que se basan en inducción de un comportamiento del depredador por parte de la presa, mediante la utilización del aspecto visual, o lo que es lo mismo, mediante Cripsis, Sorpresa y Aposematismo.
Pero, ¿qué son esos palabros? Creo que una imagen vale más que mil palabras, así que voy a intentar explicarlo con ayuda visual:
- Cripsis
Este es el mejor ejemplo que se puede encontrar, ¿llegáis a verlo? Se trata de un insecto del grupo de los fásmidos, o más conocidos como insectos palo. En este caso, el insecto utiliza su cuerpo alargado y pardo para mezclarse con la vegetación, apoyándose en su comportamiento (quedándose lo más quieto posible). Es un tipo de cripsis combinada: por tanatosis (quedarse quieto) y por homotipia (imitación de un elemento de su entorno).
También encontramos cripsis por contrasombreado o por coloración disruptiva.
La cripsis es bastante común en el mundo animal, dándose en prácticamente todos los grupos. A continuación podéis ver una mariposa, un lenguado y un pollo de perdiz (¿o tal vez no los veis?)
- Sorpresa
Este mecanismo se basa en conseguir desconcertar al depredador mediante una sorpresa para que la presa pueda escapar. Lo más común es simular que la presa es un animal más grande de lo que es, como en el ejemplo de arriba, en el que la mariposa Calligo sp. exhibe unos falsos ojos en las alas, que muestra al depredador cuando se siente amenazada y da la impresión de un animal más imponente.
Otros ejemplos también son bastante conocidos, como el de la tinta de cefalópodos o el de efectos o fluidos luminosos en peces abisales.
- Aposematismo
Y esta pequeña ranita nos servirá como ejemplo para el aposematismo, que no es más que indicar al depredador que tienes un mal sabor o incluso que eres venenoso por medio de una coloración brillante y llamativa. Esta pequeña rana es una rana punta de flecha, conocida entre las tribus de selvas tropicales y utilizadas por su veneno. Es una manera de alertar muy vistosa.
Dentro de este tipo de defensa hay mucho más de lo que os podéis imaginar, ya que como ocurre con los humanos, hay algunas especies que se aprovechan de esta alerta de peligro para imitarla sin que su alerta sea cierta. Es decir, hay especies que utilizan un patrón de colores que indica el peligro de toxicidad a los depredadores y hay otras especies que sin ser tóxicas "copian" dicho patrón para evitar ser depredadas. Este tipo de comportamiento se denomina Mimetismo Batesiano.
Arriba encontramos la mariposa Danaus plexippus (venenosa) y abajo Limenitis archippus (no venenosa).
Otro ejemplo es la serpiente coral (arriba y venenosa) y la falsa coral (abajo, no venenosa).
Este mismo mecanismo de Mimetismo Batesiano también se utiliza para aprovechar las características depredadoras o agresivas de una especie e imitar su coloración y evitar ser comido. Un ejemplo que encontramos es el de insectos que imitan a avispas, abejas o abejorros.
Por último, este Mimetismo Batesiano no sería útil si no fuera por la existencia de otro tipo de mimetismo, el Mimetismo Mülleriano. Este mimetismo quiere decir que las especies tóxicas se parecen entre sí, para así conseguir que los depredadores aprendan que su patrón de colores es indicativo de peligro.
Espero que la entrada os guste y me haya explicado, sino, contactad conmigo para las mejoras. ¡Ya sabéis donde encontrarme!
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